Es un procedimiento voluntario en el que participan dos o más interesados en resolver o prevenir un conflicto, con la ayuda de un tercero imparcial (Mediador), con el objetivo de construir acuerdos satisfactorios.
Es una alternativa a los proceso judicial, que resuelve o previene conflictos a través de acuerdos propuestos por los mediados.
El convenio celebrado ante la fe del Mediador Privado, es equiparado a una sentencia con la fuerza de cosa juzgada, por tanto, trae aparejada ejecución para su exigibilidad en la vía de apremio ante instancia judicial.
Los acuerdos provienen de los mediados, no de un tercero.
Ante el incumplimiento de algún mediado, y antes de ejecutar en la vía de apremio, es posible RE-MEDIAR.
No hay límite para la modificación de los convenios.
No admite recursos.
Civil: constitución de servidumbre, mutuo simple, entre otros.
Mercantil: reconocimiento de adeudo (con o sin constitución de garantía); mutuo mercantil, entre otros.
Familiares: pensión alimenticia; guarda y custodia; cambio de régimen conyugal; convenio de liquidación de sociedad conyugal; división y partición de herencia, entre otros.
Garantizar como principio rector la lealtad absoluta, lo que implica hablar siempre con la verdad y destinar el tiempo necesario no sólo a resolver el caso planteado, sino a explicar, a satisfacción del cliente, todos los pasos que será necesario dar, a fin de obtener su consentimiento plenamente informado.
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